Otro problema que no ha sido atacado por el actual gobierno, es la industria del secuestro.
En su reporte nacional de diciembre de 2018 a diciembre de 2023, la organización Alto al Secuestro, presenta los detalles.
Tan sólo durante el año pasado, la agrupación contabilizó 919 hechos de esa naturaleza.
Hay que considerar que se trata de secuestros reportados, y sobre los cuales se inician las respectivas averiguaciones previas e investigaciones.
Dichas privaciones de la libertad, involucraron a 2 mil 402 víctimas, de las cuales 79% son hombres, 14% son mujeres y 7% son menores de edad.
Un dato que se incrementó drásticamente, y que poco había sido considerado como un problema mayor, fue el rapto de migrantes.
En el periodo del informe, hubo 772 migrantes plagiados, que representan el 32% de todas las víctimas a nivel nacional.
Hubo un incremento de 3.2% si comparamos los secuestros ocurridos en 2022 (890) con los de 2023 (919).
Durante diciembre de 2023, los secuestros bajaron en un 16.4%. Hubo 71 eventos de secuestro, contra los 85 de noviembre 2023.
Asimismo, el último mes del año pasado las víctimas de secuestro disminuyeron 14.1%. En noviembre sumaron 233 y para el siguiente mes 200 víctimas.
Sobra decir que la cifra de detenidos es menor a la cantidad de secuestrados, de lo cual se deduce una elevada impunidad en el combate a ese mal.
Adicionalmente, se registra una considerable cifra negra en las denuncias de privaciones ilegales de la libertad.
Según Alto al Secuestro estima un promedio de 69.5% de víctimas que no fueron o no son contabilizadas de forma oficial.
Por ejemplo, ninguna dependencia reportó 45 víctimas migrantes secuestrados en dos eventos distintos en Tamaulipas.
Las entidades donde esa industria del mal tiene su mayor número de operaciones son Estado de México, con 12 secuestros en diciembre.
Veracruz y Sonora, reportaron seis plagios cada estado; Chihuahua y Chiapas, cinco cada uno y Tamaulipas, cuatro.
Casualmente, una de las entidades donde se agrava el secuestro de migrantes es Tamaulipas y es en donde menos se denuncian.
De acuerdo al mismo informe, las entidades que no tuvieron ningún secuestro en el citado periodo son: Baja California Sur, Campeche, Coahuila, Durango, Oaxaca, Querétaro, Tlaxcala y Yucatán.
Desde cualquier óptica el secuestro es una de las tantas actividades ilícitas del crimen organizado.
Por lo tanto, el temor a secuelas y daños mayores hacia las víctimas que pagan un rescate, es evitar las denuncias mediante amenazas e intimidación.
Se trata de un mal que no ha sido atacado por la 4T.
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