El segundo debate entre las aspirantes a la Presidencia, Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez, fue distinto al primero.
Le resta un debate de dos horas, casi a la última semana de mayo. ¿Será el definitivo?
Para los artistas de la alabanza y el elogio hacia el poder, Sheinbaum fue la triunfadora, toda vez que ni se despeinó.
Esquivó golpe tras golpe de la candidata de la oposición. Xóchitl retomó algo de su estilo para arrinconar a la candidata de Andrés Manuel López Obrador.
A cada momento, Claudia se hacía la sorprendida. Gesticulaba, alzaba los hombros y endurecía el rostro.
Pero Xóchitl no cesaba. A lo que iba. Pegarle por todos lados a la candidata de "las mentiras". Una y otra vez. Después repetía.
"La corrupta candidata del PRIAN", respondía con desdén Sheinbaum. No era un as bajo la manga. Era el discurso obradorista.
De nuevo analistas, observadores y opinadores se dieron vuelo, tratando de descubrir el hilo negro del debate.
Bueno, hubo quiénes se atrevieron a dar ganador a Jorge Álvarez Máynez. El colmo de decir algo o lo que sea con tal de hablar.
¿Qué va arriba en las encuestas Sheinbaum? Eso es lo que se ventila mediáticamente. ¿Ganará? Resta un mes para la elección.
Pero es claro que las encuestas ni las movilizaciones votan. El pago para asistir a los mítines es una estrategia usual. ¿100, 200, 300 pesos?
Es la compra constante de conciencias sumidas en la peor de las pobrezas. Pintan y visten de guinda la necesidad y se erigen como salvadores, los dadores del bienestar.
Pero viene la otra parte, el estilo Xóchitl. No es del agrado de muchos, pero la aceptan como la oposición a la continuidad.
Es la representante de los partidos que han gobernado el país desde la época de la Revolución. Los constructores de instituciones, contra los destructores del bienestar.
Xóchitl aglutina a la clase media, aquella que encumbró a López Obrador, cansada del peñanietismo y hoy se arrepintieron del obradorato.
Fue un debate de contrastes. De poner las cosas en claro. El papel de Xóchitl era tronar a la representante de la 4T.
Claudia no se deslinda de López Obrador. No lo hará. Son lo mismo y con eso competirán en las urnas.
Xóchitl representa la contra parte, lo que han sido objeto de la diatriba, las venganzas y ataques desde Palacio Nacional.
¿Quién ganará? Aquí están las dos partes. Así de claras.
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