Rebeca Marín
La tarifa de los bicitaxis que operan en las principales calles del Centro Histórico no ha sido regulada por la Secretaría de Movilidad local (Semovi) desde hace más de cuatro años, cuando se comprometió a hacerlo, ocasionando que las unidades cobren entre 120 y 250 pesos por recorridos que van de siete a 15 minutos.
En 2020, a través del Plan de Regulación del Centro Histórico, las autoridades reconocieron que los bicitaxis daban servicio en unidades inseguras y que cobraban tarifas muy altas y dispares, por lo que era necesaria una normativa.
"La falta de regulación suscita tarifas desiguales y elevadas. La calidad del servicio es muy variable porque no hay reglas que regulen las características de las unidades ni su operación.
Hay sobreoferta, las unidades no llevan pasaje 70 por ciento del tiempo que circulan (mientras que un taxi tradicional, no lleva pasajeros durante 40 por ciento de su tiempo operativo)", detalló el plan.
El documento también estableció que se acordaría una tarifa adecuada mediante mesas de trabajo y diálogo con los colectivos de bicitaxis. Sin embargo, a unos cuantos meses de que concluya la actual administración no se registran avances y los usuarios se quejan constantemente del servicio.
La semana pasada, por ejemplo, Teresa Martínez tenía una reunión laboral cerca del Zócalo y debido a un contratiempo decidió abordar un ciclotaxi a la altura de Bucareli y Juárez. Tras menos de 10 minutos de recorrido y un estimado de 1.5 kilómetros de distancia, llegó a su destino y pagó 120 pesos.
"No pensé que fueran tan caros. No me había subido a uno antes, pero tomando en cuenta que el transporte en la ciudad es accesible, pensé que este también. Me queda claro que sólo está destinado a los turistas, y no a los que somos de aquí", reprochó Teresa.
La mujer calculaba un viaje de alrededor de 50 pesos, al tratarse de una labor física que requiere mayor esfuerzo que el de un vehículo motorizado que trabaja a base de gasolina.
"Es un oficio o trabajo que requiere mucha fuerza física, por eso no puede costar lo de un taxi, a lo mejor pensando en un tema artesanal, pero tengo entendido que ya son eléctricos, ya se aminoró el esfuerzo o desgaste", replicó Teresa.
Según el plan, la mayor parte de los conductores son personas de escasos recursos y no son dueños de las unidades que manejan, pues éstas pertenecen a cuatro colectivos.
"(Los conductores son) personas de bajos recursos, muchos con dependientes económicos y sin otras fuentes de empleo. La mayoría son residentes de la alcaldía y 20 por ciento son indígenas. En promedio, su edad es de 39 años y tienen nueve años de antigüedad en el ramo; 60 por ciento de los operadores no es dueño de la unidad", precisó el documento.
Actualmente, sólo pueden laborar miembros de las cuatro organizaciones reconocidas por las autoridades: Ciclotaxis Aztecas del Bicentenario, Trabajadores del Transporte Ecológico Alternativo Los Mosquitos, Eco-Taxi en Movimiento Palma de México y Bici Taxis Jaguares Ecológicos de la CDMX.
Los colectivos operan un total de 221 unidades en el primer y segundo cuadro del Centro Histórico y éstos deben circular con placas y engomado .
También deberían de tener expuestas las tarifas al público, como indica el plan de regulación: "Exhibir la tarifa en un lugar visible de la unidad".
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