Uno de ellos fue el senador Ricardo Monreal, que, si bien ganó una plurinominal para San Lázaro, donde seguramente será líder de los diputados, tuvo que asumir el fracaso con su hija Catalina en Cuauhtémoc.
A pesar de que el equipo monrealista tenía mapeada electoralmente la alcaldía, casi coladera por coladera, al final, la ganadora fue la aliancista Alessandra Rojo de la Vega, cuyo perfil joven y más ciudadano le dio el triunfo.
Pero si Catalina y su equipo tenían muy bien armada la estrategia, ¿cómo es que perdieron por una diferencia que no les da para revertir los resultados en tribunales, por mucho que lo intenten?
Todo el mundo recuerda la fotografía que unos días antes de la elección circuló en redes sociales, donde Monreal aparece muy sonriente con René Bejarano. El senador desconfiaba del de las ligas y buscó un arreglo; en apariencia se dio.
Pero Bejarano ya tenía pactado con la oposición jugarle las contras al zacatecano, en venganza por las derrotas que les recetó en esa misma alcaldía en 2015 y que les repitió en 2018 y 2021, esta última con Sandra Cuevas.
Aunque sin fuerza para ganar por sí solo en esa demarcación, lo que queda del bejaranismo se movilizó para inducir el voto cruzado. Por eso la alianza ganó la alcaldía y Morena se llevó las diputaciones.
Si bien es cierto que Monreal será diputado y su hermano Saúl senador, la realidad es que, al perder la Cuauhtémoc, corazón político y financiero del país, Zacatecas se quedó sin territorio, con todo lo que ello significa.
O sea que, ganando, perdió.
El otro personaje que, al final, no le fue bien, es Adrián Rubalcava, quien renunció al PRI ante las traiciones de su líder nacional, Alejandro Alito Moreno, quien lo vendió a la alianza opositora en la capital a cambio de posiciones en el país.
El de Cuajimalpa se refugió en los brazos de Claudia Sheinbaum, a quien ofreció recuperar algunos territorios de la capital, afirmando que podía derrotar a la alianza, incluso en Miguel Hidalgo, y hasta darles un susto en Benito Juárez.
No solamente incumplió con los objetivos, pues en los territorios ofrecidos, incluyendo su propia alcaldía, Morena fue derrotado. Y es que los militantes de la 4T se negaron a apoyarlo; como a Monreal, a Rubalcava no lo veían como a los suyos.
Perdió su alcaldía, las diputaciones de su grupo y en Morena no le cumplieron. Pero como ya sabía que no le iban a responder, se colocó de suplente de Manuel Velasco para el Senado, con la esperanza de que el chiapaneco brincara al gabinete de Claudia y le dejará el escaño.
Su entusiasmo había empezado a caer hace un par de semanas, cuando Velasco declaró que no iría al gobierno y se quedaría como senador. La razón se supo más tarde, cuando Sheinbaum anunció a Alicia Bárcena como secretaria del Medio Ambiente.
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