Coordenadas Políticas/Martín Aguilar/En lo oscurito todo es más bonito

Los partidos políticos son entidades de interés público con personalidad jurídica y patrimonio propios, con registro legal.

 

Tienen como fin promover la participación del pueblo en la vida democrática, contribuir a la integración de los órganos de representación política y hacer posible el acceso al poder público.

 

Es decir que la única forma de acceder al poder es a través de los partidos políticos; no existen otras vías.

 

Es por ello que más allá de ideologías, principios, preferencias, postulados y valores, las fuerzas políticas siempre son objeto de escrutinio público.

 

Durante esta etapa poselectoral, no es la excepción. Los partidos de oposición han sido sometidos a fuerte metralla de críticas y denostaciones.

 

¿Por qué? Fundaron la esperanza de que, al acceder al poder, jubilarían al presente régimen.

 

Sin embargo, las cosas no salieron como lo deseaba un importante sector de la sociedad.

 

Los tres partidos políticos integrantes del Frente por México, tuvieron discrepancias desde la conformación del bloque opositor.

 

De inicio PRI y PAN le pusieron un pie en el cuello a Jesús Zambrano, presidente nacional del PRD.

 

Alejandro Moreno y Marko Cortés se despacharon con la cuchara grande. Pusieron a la mayoría de los candidatos. El resultado es por todos conocido.

 

Zambrano ni las manos metió. Cedió todos los espacios. Solo negoció su candidatura plurinominal al Senado. Pero perdió el registro.

 

En el PRI levantó ámpula el anuncio de la relección de su presidente Alejandro Moreno.

 

Alito va al Senado por la vía plurinominal. Con él llegará Manlio Fabio Beltrones, ex líder nacional del PRI, ex coordinador senatorial y ex presidente de la Cámara de Diputados.

 

En las filas del tricolor es donde al parecer tuvo menos impacto la derrota. Es una institución política con tradición; sabe actuar en las buenas y en las malas, en la victoria y en la derrota.

 

En el PAN salieron a relucir las acusaciones, las puñaladas y los golpes bajos. Por ejemplo, los gritos de Marko Cortés contra Xóchitl Gálvez.

 

Fue un duro choque del ex presidente Felipe Calderón y Javier Lozano, contra el dirigente de Acción Nacional.

 

"La caída del PAN tiene una explicación muy clara: sus dirigentes, especialmente el actual Marko Cortés, se han servido con la cuchara grande.

 

"6 (sic) años en la dirigencia y solo cubrió el 39% de los representantes de casilla. ¿Qué hizo en 6 años aparte de agandallar las pluris y las notarías", reclamó Calderón.

 

Lozano le dijo a Marko hasta de lo que se iba a morir y éste ni las manos metió. Barrieron el piso con él. 


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