Rebeca Marín
El Gobierno de la Ciudad de México afirma mantener una estrategia de desendeudamiento real al que se comprometieron al inicio de esta administración.
Para lograr un desendeudamiento en términos reales, respecto al nivel de deuda pública con el que se recibió la administración de la capital del país en 2018, se han contratado financiamientos bajo las mejores condiciones disponibles en el mercado, cuyo destino ha sido estrictamente dar viabilidad a proyectos de infraestructura y desarrollo.
La estrategia ha consistido en disminuir gradualmente el techo de endeudamiento solicitado al Congreso de la Unión y al Congreso de la Ciudad de México en cada ejercicio fiscal.
Por ello, en 2019 y 2020 la tasa de crecimiento anual real del saldo de la deuda fue de 0.6% y 0.4%, respectivamente. A partir de 2021 y hasta el cierre de 2023 se ha registrado un desendeudamiento interanual promedio de 2.5%.
Al cierre de 2023 el desendeudamiento registrado respecto de 2022 fue de 1.9% real y de 6.3% respecto del nivel de diciembre de 2018. Al cierre de junio de 2024, se tiene un desendeudamiento temporal real de 4.8%, y para el cierre del 2024 se estima tener un desendeudamiento real anual de 1.7%, y de 7.79% respecto del saldo al 31 de diciembre de 2018.
La administración afirmó que es importante determinar la viabilidad financiera de los proyectos de inversión costeados con deuda pública, a través de una investigación evaluativa para priorizar aquellos que materialicen la inclusión social, la conservación ambiental, el capital social y la sustentabilidad; es decir, que generen un alto valor social y contribuyan al bienestar de los habitantes de la ciudad.
A través de los análisis de costo-beneficio y técnico-financiero, así como la coordinación interinstitucional para la formulación de proyectos de inversión, se incrementa su impacto social enfocándose en zonas de atención prioritarias.
Algunos proyectos relevantes, con análisis de impacto social y viabilidad financiera fueron en 2019 la construcción de las Líneas 1 y 2 de Cablebús que reducen los tiempos de viaje de la población de las zonas altas de oriente y norte de la Ciudad de México; la ampliación de la línea 5 del Metrobús, que coadyuvó a reducir el tiempo de traslado en las alcaldías Gustavo A. Madero, Iztapalapa, Iztacalco, Coyoacán y Xochimilco, y el comienzo del Proyecto de Prestación de Servicios para la modernización de la Línea 1 del Metro, buscando mejorar la calidad en el servicio y procurando la viabilidad financiera del esquema.
En 2020, el proyecto de equipamiento del Hospital General de Topilejo, con cobertura de servicios gratuitos de especialidad en la zona sur de la ciudad.
En 2021 el Proyecto Metro-Energía se inició una colaboración muy amplia para la sustitución de la vieja subestación eléctrica que alimentaba las líneas 1, 2 y 3 por la nueva subestación de energía en alta tensión más grande y moderna del país en su tipo, y la construcción del Trolebús Elevado en Iztapalapa, que dota de un sistema de transporte más seguro y de vanguardia a los habitantes de la Alcaldía Iztapalapa, beneficiando a 113 mil usuarios en día laborable con una disminución de tiempos de viaje; además de reducir las emisiones de contaminantes.
Para 2022, la adquisición de 171 camiones para la Red de Transporte de Pasajeros, y 100 trolebuses para el Servicio de Transportes Eléctricos, renovando gran parte de la flotilla de unidades en servicio, e incrementando la capacidad operativa de los sistemas, para mejorar y disminuir los tiempos de traslado de los usuarios.
En 2023, se inició la construcción y equipamiento del Taller de mantenimiento mayor para la línea A del metro, ubicado en La Paz, cuyo objetivo es mantener en condiciones óptimas de operaciones los trenes asignados a esta línea de la Red del stc Metro. Igualmente, la renovación de 38 escaleras eléctricas en Líneas 3, 4, 7 y 9, así como la adquisición de máquinas expendedoras de tarjetas de la red del stc Metro para garantizar la modernización del sistema de pago.
Para septiembre de 2024 se espera sumar 50 unidades eléctricas a la flota actual de la Red de Transporte de Pasajeros, las cuales medirán 12 metros, tendrán capacidad para trasladar a más de 90 personas, motor eléctrico alimentado por baterías, autonomía de 330 Km, sistema de videovigilancia, ventilación y extracción de aire; con estos nuevos autobuses, las y los usuarios tendrán acceso a una mejor alternativa de transporte, libres de emisiones contaminantes y de ruido, además de ser accesibles para la población con algún tipo de discapacidad.
La integración y colaboración de grupos interdisciplinarios de profesionales en la presente administración contribuyó a que la evaluación y medición de impacto dieran certeza financiera a los proyectos de inversión y estos, a su vez, otorgan credibilidad y eficiencia al Sistema de Movilidad Integrada que facilita los traslados de la población de la metrópoli.
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