Martín Aguilar
A tiempo y en orden se llevó a cabo el simulacro en el Congreso de la Ciudad de México con participación de diputados, asesores, trabajadores y visitantes, con una presidenta de la Mesa Directiva de ese órgano deliberativo, Martha Soledad Ávila Ventura, que recibió la queja porque no se retiró la valla colocada afuera del recinto de Donceles y Allende que dificultó el tránsito de las personas.
La sesión solemne con motivo de los sismos del 19 de septiembre de 1985 y 2017 que se llevaba a cabo en las instalaciones del Poder Legislativo local, se tuvo que interrumpir cuando hacía uso de la tribuna para posicionar la vicecoordinadora de la fracción parlamentaria del PVEM, Elvia Estrada Barba, a fin de atender el simulacro, con representantes populares y trabajadores que presumían haber recibido la alerta en sus celulares.
Martha Ávila que interrumpió el trabajo legislativo y pidió salir del salón de sesiones, giró la instrucción de que se participara en el simulacro que se llevó a cabo a nivel nacional.
La congresista que forma parte de la fracción parlamentaria de Morena destacó la importancia de participar en los simulacros y fortalecer las acciones encaminadas a resguardar la integridad física de la población.
"Es pertinente que en este Congreso realicemos con mayor frecuencia este tipo de simulacros para que todas y todos aprendamos, se lo dejamos ahí como tarea a la Junta de Coordinación Política, y estemos preparados para un evento real, que esperemos nunca ocurra, y mantengamos la memoria y solidaridad viva", delineó.
Por lo que hace a la participación del Congreso capitalino en el Simulacro Nacional 2024, el recinto legislativo se desalojó en tres minutos y fueron evacuadas 250 personas, sin ningún contratiempo ni daño.
El simulacro se emprendió en punto de las 11:00 horas y el personal reingresó diez minutos después, con un funcionamiento correcto del sistema de alerta sísmica del lugar.
Ya de regreso en el salón de sesiones, el diputado Israel Moreno Rivera, pidió la palabra desde su curul para quejarse se haya dejado afuera, antes de las escalinatas que permiten la entrada al órgano deliberativo, diversas vallas metálicas que se convirtieron en un obstáculo al momento de llevar a cabo el simulacro, lo cual fue reconocido por Ávila Ventura como un error que no puede volverse a repetir.
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