Rebeca Marín
Con el objetivo de generar conocimiento, alianzas y soluciones con un enfoque de sustentabilidad, la Secretaría del Medio Ambiente (Sedema) de la Ciudad de México informó sobre la instalación de una Red de Economía Circular.
En dicha red participan la Secretarías de Educación, Ciencia, Tecnología e Innovación (Sectei) coordinan la Red de Economía Circular de la Ciudad de México, integrada por las Secretarías de Administración y Finanzas, Desarrollo Económico (Sedeco), Desarrollo Urbano y Vivienda (Seduvi), Movilidad (Semovi), Obras y Servicios (Sobse), Trabajo y Fomento al Empleo (STyFE), Turismo (Sectur) y la Agencia Digital de Innovación Pública (ADIP). Además, se podrá convocar como invitados a representantes del sector privado, organizaciones de la sociedad civil e instituciones de educación superior e investigación.
Durante la Primera Sesión Ordinaria, en la que se llevó a cabo la instalación de la Red de Economía Circular de la Ciudad de México, las y los representantes de cada dependencia revisaron la estrategia para convocar a otros sectores, conformar grupos de trabajo y generar una Línea Base de Circularidad que contemple acciones como la adopción de modelos de servicio, la reutilización, el derecho a la reparación, el encadenamiento productivo, la reducción y aprovechamiento de residuos desde una visión de basura cero, así como el uso eficiente de recursos.
Sobre el tema, Claudia Hernández Fernández, directora General de Coordinación de Políticas y Cultura Ambiental de la Sedema, recordó que la Red es uno de los instrumentos creados a raíz de la publicación de la primera Ley de Economía Circular de la Ciudad de México, que fue trabajada de manera conjunta entre el Gobierno capitalino y el Congreso local.
Agregó que dicha ley estableció principios y mecanismos que orientan el desarrollo de la ciudad hacia el fortalecimiento de empleos y modelos de negocio que minimicen la extracción de recursos naturales, la contaminación y el desperdicio, a través de estrategias basadas en los modelos de renta, retorno, relleno (refill) y venta a granel, así como el diseño y uso de bienes reutilizables, la extensión del tiempo de vida de los productos mediante la reparación y el reaprovechamiento de materiales, entre otras.
Por su parte, René Salvador López Cabrera, director de Proyectos de Identificación de Oportunidades de Innovación en la Sectei, recalcó la importancia de aprovechar la experiencia que se ha tenido en el marco de la red ECOS, un mecanismo conducido por dicha secretaría, que ha permitido la colaboración directa entre el Gobierno de la Ciudad de México y el sector académico para distintos temas.
En este sentido, dijo, la nueva Red de Economía Circular enfoca sus esfuerzos en impulsar soluciones innovadoras para transitar hacia una economía circular y sustentable, mantiene la dinámica de colaboración con el sector académico y abre la participación a representantes del sector privado y de la sociedad civil, además de generar un esquema de trabajo y coordinación permanente entre los 10 entes de gobierno que la conforman.
El nuevo marco legal y los mecanismos creados para impulsar la economía circular en la Ciudad son producto de la experiencia y los trabajos realizados durante la actual administración, los cuales han permitido, entre otros resultados, reducir los residuos que se generan y los que se envían a rellenos sanitarios.
También destaca la instalación de plantas para el tratamiento y aprovechamiento de residuos de la construcción y la demolición; la puesta en marcha de los planes de manejo de bienes, como mecanismos para garantizar que las empresas aseguren el retorno, manejo adecuado y aprovechamiento de sus productos; la emisión de una norma técnica para la autorización de productos plásticos de un solo uso que sean compostables, en paralelo a la eliminación de los productos plásticos desechables no compostables; el fortalecimiento de los programas del Mercado de Trueque, Reciclatrón y Ponte Pilas, para el acopio de residuos sólidos urbanos, eléctricos y electrónicos; así como la publicación del Programa de Certificación de Cero Residuos de Alimentos, para evitar el desperdicio de comida, reducir los residuos orgánicos e incrementar su aprovechamiento; entre otros.
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