El abrumador triunfo de Morena en las pasadas elecciones es un reto por demás mayúsculo para los partidos de oposición.
¿Es una oposición moralmente derrotada? ¿Tardará tiempo en recuperar su dominio e influencia?
Las secuelas de esa elección, donde Claudia Sheinbaum logró 36 millones de votos, son lacerantes para la oposición.
El histórico Partido de la Revolución Democrática (PRD) perdió su registro en el plano nacional. Lo conservan 13 entidades, para convertirse en partidos locales.
Sus dirigentes, como Jesús Zambrano –último presidente- lo llevaron a la sepultura por sus desmedidas ambiciones personales.
El Partido Acción Nacional (PAN), con Marko Cortés a la cabeza, es el instituto político con la más fuerte derrota a cuestas.
El partido azul se mostraba confiado de llevar a la Presidencia a su candidata Xóchitl Gálvez, en la alianza con el PRI y PRD.
Sin embargo, la noche del mismo día de la elección, Xóchitl aceptó su derrota; la siguió de inmediato Santiago Taboada por la jefatura de gobierno.
Acción Nacional no hizo actos de resistencia para impugnar la elección, aunque ahora se autodenomine de esa manera: "la resistencia".
Por el lado del Partido Revolucionario Institucional (PRI), su presidente Alejandro Moreno, desató una tormenta al interior del tricolor.
Influyentes figuras se opusieron con fuerza a su reelección como el senador Manlio Fabio Beltrones y el ex candidato presidencial Francisco Labastida Ochoa.
De hecho, Beltrones declaró que se mantiene en las filas de su partido, pero se aparta y guarda distancia de la dirigencia de Alito.
Esa es la breve historia del momento actual de los partidos que han gobernado el país y la Ciudad de México.
Hay indicios y propuestas para constituir un nuevo partido, pero no existe nada sólido.
Adicionalmente, se vislumbra complicado que con tanto poder acumulado, Morena, aliados y las instituciones donde tiene influencia, permitan la aparición de futuros contrincantes.
En la fila hay otras fuerzas políticas en espera de la autorización de su registro, y se suman los 13 perredes en igual número de entidades.
Es decir que de entrada, se complica que el Sol Azteca sea la base de una nueva entidad partidista, debido a que antes debe competir sin alianza con otros partidos durante el proceso electoral de 2027.
La idea de que la llamada Marea Rosa, se convirtiera en partido, no cuajó. Ello buscaban los dirigentes del Frente Cívico que encabeza Guadalupe Acosta Naranjo.
Así las cosas en el ámbito político partidista, tras la elección de este año
0 comments:
Publicar un comentario