Qué bueno que Clara Brugada agendó una gira de trabajo en Cuauhtémoc con la alcaldesa de Alessandra Rojo de la Vega, pues la ciudadanía podría creer que las diferencias políticas entre ambas han sido superadas, y que en adelante trabajarán juntas.
Es un hecho para destacar, por supuesto, pues Rojo de la Vega fue la opositora más atacada por el oficialismo —incluyendo a la propia Brugada—, quien se sumó a la intentona de Morena por anular las elecciones donde la activista venció a Catalina Monreal.
Porque no solamente la familia Monreal intentó varias veces, a través del Tribunal Electoral de la Ciudad de México, revertir el triunfo de la alcaldesa. La propia jefa de Gobierno fue incluso a un evento de Catalina a levantarle la mano, a pesar de que perdió.
Probablemente se hubiera consumado el atraco en contra de Alessandra, pero la intervención de Andrés Manuel López Obrador en una de sus mañaneras serenó a los morenistas, tras declarar que él no estaba de acuerdo en anular las elecciones en Cuauhtémoc.
Y es que el expresidente sabía que si se apabullaba a la abanderada de la alianza opositora, esa alcaldía se podría incendiar, incluso con acciones de resistencia civil, que mancharían el avasallador triunfo de la 4T en la capital.
Los morenistas tuvieron que aceptar la derrota, aunque algunos, como el encargado de la Fiscalía de la CDMX, Ulises Lara, que insiste en abrir una carpeta en contra de Alessandra por supuestamente fingir un atentado.
El cuñado de Martí Batres dice que, a través de una denuncia anónima que llegó a la Fiscalía, se enteró que el atentado sufrido en campaña por Rojo de la Vega, en el que balearon su vehículo, fue armado por ella misma para culpar a sus adversarios.
Como ninguno de los ataques les resultó, inteligentemente Clarita invitó a la joven alcaldesa a un recorrido por la colonia Obrera, para tocar las puertas de los vecinos y preguntarles sobre sus principales necesidades.
No es por pensar mal, pero da la casualidad que en la Obrera las elecciones fueron muy cerradas y, aunque ahí ganó Morena, la diferencia fue de sólo dos puntos, lo que prendió las alertas del oficialismo, que siempre había arrasado.
Con una diferencia tan corta, y ya como alcaldesa, Alessandra podría revertir los números en tres años. Por eso Clarita decidió apersonarse y recorrer con su bastón algunas calles, mientras que en las 124 manzanas de esa colonia brigadas guindas tocaban todas las puertas.
Si bien se agradece que dejen atrás diferencias y trabajen juntas, en política siempre hay que ser malpensados.
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