Liderada desde hace más de diez años por el diputado Jorge Romero, esa quinteta es la que parte localmente el queso azul y, a partir de noviembre, muy probablemente lo hará en el resto del país.
Los suspiritos azules tienen claro que las cabezas del partido en la Ciudad de México son Andrés Atayde, Santiago Taboada, Christian von Roehrich y los alcaldes Mauricio Tabe, de Miguel Hidalgo, y Luis Mendoza, de Benito Juárez.
Así es como Romero confeccionó su grupo, conocido también como Los Cinco Magníficos, que llegaron a acumular un gran poder en diversas alcaldías, el Congreso de la CDMX y la dirigencia local del partido.
El problema es que la derrota de Taboada en las elecciones por la Jefatura de Gobierno vino a descomponerles el cuadro y es hora de que las heridas no acaban de cerrar, pues entre la cúpula panista hubo varios agravios.
No se sabe bien qué pasó entre Santiago y Mendoza, pero el nuevo alcalde de Benito Juárez se deshizo de todo lo que oliera a su antecesor, pues le urge quitarse cualquier tufo que lo pueda relacionar con el Cártel Inmobiliario.
Pero no son los únicos problemas del PAN, pues en la sucesión por la dirigencia local, que recién dejó Atayde, una parte de Los Quintos quiso vetar a Luisa Gutiérrez e impulsar al ex legislador Rafael Medina; eran mayoría y metieron a su líder en un aprieto.
Pero Romero aplicó la de equidad de género y desactivó a los rebeldes, a fin de cumplir el acuerdo con Luisa, quien seguramente en enero será la dirigente… aunque hay quienes buscan animar a la exdiputada Margarita Fisher para que contienda.
Todo ese relajo fue bien leído por Orvañanos, quien, asesorado por Ernesto Sánchez, diputado plurinominal por Quintana Roo, ha comenzado a cooptar con puestos en Cuajimalpa a los viudos de Santiago y de sus otros colegas.
Sánchez y Orvañanos se conocieron cuando el actual alcalde fue jefe delegacional en Cuajimalpa, pero después se fueron a radicar a Quintana Roo, donde intentaron incursionar en la grilla local.
Como no les funcionó al cien, regresaron a la capital para pelear de nuevo Cuajimalpa, que lograron conquistar ante los yerros cometidos por el exalcalde Adrián Rubalcava.
Ahora ambos están tejiendo para minar a Los Quintos y que Carlos se reelija en 2027 como alcalde, para lanzarse desde ahí por la Jefatura de Gobierno en 2030, que le disputaría a Tabe y a Mendoza, entre otros.
El alcalde de Miguel Hidalgo tendrá la desventaja de tener que dejar su cargo en tres años y, cuando llegue el momento de pelear el lugar que hoy ocupa Clara Brugada, seguramente lo hará desde alguna diputación, pero no sería la misma plataforma.
Si bien es cierto que Sánchez fue del equipo de Mendoza, se cree que sólo quiere puentear entre los alcaldes de Benito Juárez y de Cuajimalpa, aunque está claro que su prioridad está con el sobrino del comentarista Raúl Orvañanos.
Extraño que mientras Carlos intenta desquintar al PAN, en el grupo hagan como que nadie ve nada.
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