Cómo andarán las cosas al interior del Metro, que Clara Brugada está pensando en designar a un policía al frente de ese transporte, cuyas estaciones se caen a pedazos y los futuros contratos comerciales ya se empiezan a cocinar.
Guillermo Calderón, quien viene de la administración anterior, no es de las confianzas de la jefa de Gobierno, pero lo ha mantenido en espera de anunciar la totalidad de su gabinete ampliado, lo cual ocurrirá, a más tardar, en enero.
Mucho se ha mencionado que Adrián Rubalcava es una de las cartas para llegar al STC, a pesar de que actualmente coordina las Mesas de Pacificación del país, área dependiente de la Secretaría de Seguridad Pública federal, que encabeza Omar Hamid García Harfuch.
Dicen que, si bien al expriista le atraen los temas de la seguridad, al grado de que como alcalde de Cuajimalpa encabezaba algunos operativos policiacos bajo el indicativo Dragón, su actual tarea al lado de García Harfuch no le satisface completamente.
Con sus cercanos, Adrián se asume como policía; le gusta. Pero como sus expectativas no fueron cubiertas, ha tenido pláticas privadas con Clarita, quien, dicen, está interesada en que le ayude con el Metro, pero que antes consiga la bendición de Claudia Sheinbaum.
Una foto junto a Sheinbaum, publicada hace dos semanas en sus redes, hace suponer que el exalcalde ya pidió permiso a la Presidenta y que sólo es cuestión de que Brugada le cumpla, porque el actual director del STC ya empezó a ver lo del presupuesto para 2025.
Si en verdad Clarita quiere a Rubalcava en el puesto, entonces cómo es que Calderón realiza desde hace dos semanas movimientos para reestructurar las áreas más importantes del Sistema.
Porque, en pleno Día de Muertos, Calderón hizo varios nombramientos, entre ellos el de David Zacarías Prieto al frente del Subcomité de Adquisiciones, Arrendamientos y Prestación de Servicios del Metro.
Apenas 10 días después, el mismo Prieto convocó a una reunión virtual a todo el Subcomité para tratar los temas inherentes al área. A menos que haya sido para elaborar el Presupuesto que solicitarán para el año entrante, y no para ver cómo se lo gastan, las cosas siguen igual.
Pero no fue el único cambio, pues hubo relevos en Capital Humano, Recursos Materiales, Servicios Generales, Ingeniería, Nuevos Proyectos y Control de Calidad, entre otros, que, en teoría, debieron tener el visto bueno de Brugada, pues es una reestructuración.
Si se hizo sin su autorización, se entendería que esté buscando a un policía para que se haga cargo del servicio que representa las venas de esta capital; de lo contrario, sólo está choreando a Rubalcava.
O se concreta ya o el nuevo encargado llegará con las manos atadas.
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