Martín Aguilar
La Fiscalía General de la República (FGR) construirá una osteoteca en la Ciudad de México para conservar e identificar los miles de restos humanos encontrados en fosas clandestinas descubiertas de todo el país.
El espacio será edificado con un presupuesto de 11 millones 15 mil 745 pesos en las instalaciones de la Coordinación General de Servicios Periciales, ubicada en Avenida Río Consulado 715, propiedad de la Fiscalía, según consta en la licitación que la institución, a cargo de Alejandro Gertz Manero, lanzó el pasado 31 de octubre para contratar a quienes se encargarán de construir el nuevo espacio forense.
El inmueble tendrá capacidad para "miles de restos" encontrados en fosas clandestinas y ayudará en la identificación de personas reportadas como desaparecidas, confirmó a este diario la FGR.
"Será un espacio en el que expertos forenses estudiarán los cuerpos, extraerán las evidencias correspondientes, retirarán el tejido y marcarán los huesos que es lo único que se guardará para su identificación", explicó la dependencia.
El proyecto señala que la osteoteca cuente con un centro médico forense federal, un laboratorio de análisis, áreas de almacenamiento y una unidad de dictámenes médicos especializados, concentrados en tres pisos.
Los trabajos de construcción comenzarán el próximo 10 de diciembre y los contratistas contarán con 300 días naturales para concluir la obra.
La construcción del nuevo inmueble comenzará a casi un año de que el gobierno de López Obrador desmantelara el Centro Nacional de Identificación Humana (CNIH) que promovió como un modelo único en el mundo para la identificación masiva de personas.
Había un acuerdo para que el inmueble que albergaba el CNIH fuera donado por el gobierno de Cuauhtémoc Blanco en Morelos, pero tas la salida de la directora de la Comisión Nacional de Búsqueda (CNB), Teresa Guadalupe Reyes Sahagún, el convenio no se renovó por lo que tuvo que ser devuelto en febrero pasado.
Más del 60 por ciento del personal especializado fue despedido y los pocos que quedaron fueron asignados a la CNB.
Según datos del Gobierno federal, entre 2017 y abril de este año se encontraron cinco mil 698 fosas clandestinas, casi una por día. Mientras, organizaciones como el Movimiento Nacional por Nuestros Desaparecidos señalan que hay más de 52 mil cuerpos sin identificar en servicios forenses y fosas comunes.
De acuerdo con la Comisión Nacional de Búsqueda (CNB), desde 2007 se han encontrado fosas clandestinas en 570 municipios, es decir, 23 por ciento de todo el territorio mexicano.
"México se ha convertido en un cementerio clandestino, por donde quiera que excaves aparecen muertos. Es una realidad que duele pero que debemos afrontar como podamos, con palas y picos, con las propias manos como siempre lo hemos hecho para encontrar a nuestros hijos, nuestras hijas, hermanos, hermanas", dijo Ceci Flores, líder del colectivo madres buscadoras de Sonora.
La activista, quien desde 2015 se convirtió en madre buscadora tras la desaparición de dos de sus hijos, agregó que es una lucha incansable que hacen con sus propios recursos y que continuará a pesar de todo y de todos.
El uso de fosas clandestinas, en opinión de David Saucedo, especialista en temas de seguridad, se convirtió desde el inicio de la guerra contra el narcotráfico, emprendida por Felipe Calderón, en una de las tácticas favoritas del crimen contra sus enemigos, ya que les resulta más redituable pues la desaparición es mucho más complicada de comprobarse en comparación con el asesinato.
"En el caso del asesinato comprobado se puede exigir la responsabilidad, el castigo, pero la desaparición desencadena un proceso de reclamo permanente y en el caso de incineración, como pasa cada vez más, pues se han encontrado hornos, crematorios clandestinos, en los que la evidencia es prácticamente nula", explicó.
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