La decisión de nombrar al político nacionalizado mexicano, que en sus redes se declara fiel militante de la extrema izquierda y seguidor de los gobiernos de Cuba y Venezuela, es un claro mensaje de por dónde quiere ir la 4T en la capital del país.
Porque con su llegada queda claro que los duros de Morena se han adueñado del movimiento, pues además de Díaz Polanco, a nivel nacional tienen a Luisa María Alcalde, de la misma corriente.
Aunque la elección se efectuará entre hoy y mañana, será el domingo cuando se haga el anuncio oficial; un mero trámite, pues la línea ya bajó para que don Héctor sea ungido.
La decisión puede ser un poco riesgosa para el oficialismo, toda vez que los capitalinos no comulgan con los radicalismos, sean de derecha o de izquierda; prefieran que no se muevan mucho las cosas.
Además, la llegada del dominicano se lee como un triunfo de Clara Brugada, pues obtuvo la candidatura al Gobierno de la Ciudad de México gracias a los radicales.
Y, aunque Claudia Sheinbaum sea la Presidenta de la República, es obvio que Díaz Polanco no es de su corral. Cada vez queda más clara la brecha entre la mandataria y la exalcaldesa de Iztapalapa, por mucho que las dos provengan de la misma cuna.
Sus diferencias son cada vez más evidentes, como el hecho de que Brugada no haya acompañado a Sheinbaum durante la conmemoración del desfile de aniversario de la Revolución Mexicana; esa ausencia dio mucho de qué hablar.
Por más que Clarita haya dicho que no asistió porque tenía una cita médica programada con anterioridad, esa versión no se la compran ni los chairos. ¿A poco no podía posponer su consulta por unas horas?
Sobre todo porque se trataba del primer desfile que encabezaría Claudia como Presidenta, y que todo mundo iba a poner los ojos en el evento. La decisión de la jefa de Gobierno no hizo sino acrecentar las versiones de que no se quiere nadita con la inquilina de Palacio Nacional.
Y más porque un día después, Brugada ya estaba encabezando algunos eventos. Si bien apoyada por su bastón, nada habría cambiado por unas horas de retraso en su revisión… sobre todo por la fecha tan importante para los políticos y para el país.
Algunos dicen que no fue invitada; otros que despreció la invitación: qué necesidad de alborotar el cotarro..
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