Por ello, al asumir el cargo de Presidente, el político de Palenque, desapareció esa área responsable de la seguridad del mandatario en turno.
Sin embargo, creó una ayudantía para su servicio personal, incluidas tareas de limpieza, aseo personal, preparación de alimentos y tintorería.
Adicionalmente la logística que implica organización y preparación de eventos, en Palacio Nacional y en las giras del interior de la República.
Todas esas tareas requieren estricta vigilancia, consistente en la seguridad personal del Presidente, incluido transporte de vehículos blindados, helicópteros y aeronaves.
Pero todo eso no fue posible sin el apoyo, capacitación y destreza del personal militar antes adscrito al Estado Mayor Presidencial.
En los hechos, López Obrado sólo desapareció el nombre, pero no al personal que realiza las tareas antes detalladas y que pertenecían al Estado Mayor Presidencial.
En su papel de ex presidente, personal militar lo cuida en su finca en Palenque, una zona moderna que recibió millones de pesos para elevar su plusvalía, incluida la construcción de un destacamento del Ejército.
La presidenta Claudia Sheinbaum confirmó que a Obrador lo cuida un grupo de militares.
¿De quién se cuida el ex presidente? ¿Por qué usar a militares a cargo del erario?
López Obrador siempre presumió que lo cuidaba el pueblo, pero por lo visto ahora se cuida de ese pueblo.
Masacres, crímenes, ejecuciones, atentados y hechos de indescriptible violencia, son el tétrico panorama todos los días.
¿A qué le tiene miedo Obrador? ¿Por qué no rechaza la protección del ejército y hace uso del pueblo que siempre lo cuida?
Sheinbaum corroboró que los expresidentes –a excepción de Vicente Fox- no los cuidan militares porque viven en el extranjero.
Es entendible que la seguridad para López Obrador, sólo pudo haberla ordenado o autorizado la presidenta. Nadie más.
¿O acaso él solicitó la seguridad directamente al secretario de la Defensa? Eso significa seguir mandando.
La cuestión es que, en adelante, poco o nada se sabrá al respecto, prevalecerá la opacidad.
Esto por la extinción de organismo autónomo que respondían peticiones de información.
La falta de transparencia será la constante, porque ahora esas tareas las asumirá el Ejecutivo a través de sus dependencias.
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