Coordenadas Políticas/Martín Aguilar/Al mejor postor, pocas palabras

Dicen que entre los alcaldes de oposición que empiezan a deponer las armas ante el oficialismo, hay que anotar en la lista al de Cuajimalpa, Carlos Orvañanos, a quien ven cada vez más inclinado ante Clara Brugada.

 

Todo el mundo suponía que Orvañanos llegó a esa alcaldía por la alianza opositora como una posición del PAN, pero quienes conocen del tema aseguran que en realidad a quien le debe su nominación es al líder nacional priista, Alejandro Alito Moreno.

 

Y aquí es donde toma un interés especial su caso, pues a quien le arrebató la alcaldía en junio pasado es al neomorenista Adrián Rubalcava, que durante 12 años controló ese territorio a través del PRD, Verde Ecologista y PRI, que había sido su último partido.

 

Habrá que recordar que Rubalcava intentó que el tricolor lo postulara a la Jefatura de Gobierno en la alianza, pero fue traicionado por Alito, quien cedió esa candidatura para el panista Santiago Taboada, quien finalmente fue el abanderado opositor en la Ciudad de México.

 

El líder nacional del tricolor vendió caro su amor por Santiago, pues, además de Cuajimalpa, pidió al PAN varias candidaturas en el interior del país, incluyendo una senaduría por Yucatán, por ejemplo, donde no tenían nada.

 

Ante esa traición, Adrián renunció al PRI —donde le habían prometido una senaduría— y se pasó al equipo de Claudia Sheinbaum, a quien apoyó en seis alcaldías de la capital para que obtuviera más votos en las elecciones presidenciales.

 

El exalcalde hizo buen trabajo en la zona poniente de la capital, donde ayudó a varios candidatos, pero desgraciadamente para él perdió Cuajimalpa a manos del aliancista Orvañanos, quien ya había sido jefe delegacional de ese territorio.

 

Por supuesto que el resultado no dejó nada contento a Rubalcava, quien ha jurado que recuperará ese territorio, donde, a pesar de la derrota aún conserva buena fuerza; contrario a su sucesor, quien no ha podido armar una base territorial propia.

 

Quizá por eso Carlos buscó acercarse a Brugada, quien trae hambre de comerse varios territorios, y se ha dedicado a apapacharlo. Aunque es una alcaldía pequeña en cuanto a padrón electoral, es importante por la cantidad de riqueza que genera.

 

Por eso es que Adrián busca colocarse en alguna posición importante que le dé movilidad, pues se la quiere cobrar no solamente a Orvañanos, sino al mismo Alito, al que aborrece con toda el alma.

 

Además, como en el PAN ya se dieron cuenta que no cuentan con su alcalde, que incluso al inicio de su gestión quiso alentar la división del grupo formado por Jorge Romero al interior del partido, los suspiros azules no tienen muchas ganas de seguir apoyándolo.

 

Como nada le ha salido, Carlitos busca el cobijo de Clara, a fin de que le ayude a comprar un poco de paz en su territorio, al menos de aquí que inicie el nuevo proceso electoral.

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