Martín Aguillar
Se le dio la estocada a la fiesta brava en la capital del país, al aprobar los diputados del Congreso de la Ciudad de México tanto en lo general como en lo particular con 61 votos a favor y uno en contra del legislador morenista Pedro Enrique Haces Lago, el dictamen que regula las corridas de toros para que en las mismas no haya violencia animal, con sanciones de comprobarse el maltrato, en una sesión ordinaria de poco más de hora y media en la que prosperaron las reservas presentadas por el PVEM, pero no las del representante popular de Morena que defendió hasta el último a la tauromaquia.
A las 8:38 horas, en medio de manifestaciones afuera del recinto de Donceles y Allende que llegaron a subir de tono con conatos de violencia por parte animalistas que pedían la eliminación de las corridas de toros y de taurinos que las apoyaban, arrancó la sesión en la que la presidenta de la Comisión de Puntos Constitucionales e Iniciativas Ciudadanas, Daniela Gicela Álvarez Camacho, presentó el documento que se avaló tras su discusión.
Se trató del dictamen con modificaciones a la iniciativa ciudadana, con carácter de preferente, para la prohibición de espectáculos públicos y privados con violencia hacia animales específicamente corridas de toros, novilladas, becerradas, rejoneo y tientas, con modificaciones a artículos de las Leyes de Protección y Bienestar Animal y para la Celebración de Espectáculos Públicos de la Ciudad de México.
Tras la discusión en lo general en la que se escucharon los planteamientos de las diversas fuerzas políticas representadas en el Poder Legislativo local, se analizó el tema en lo particular con las reservas presentadas, de las cuales procedieron las del presidente de la Junta de Coordinación Política (JUCOPO) y coordinador de la bancada Verde Ecologista, Jesús Sesma Suárez, en el sentido de que se especificara en el artículo 25 de la Ley de Protección y Bienestar Animal que queda prohibido por cualquier motivo la realización de espectáculos taurinos con toros, novilladas, rejoneo, becerradas, festivales taurinos y tientas en las que se le causen lesiones de cualquier tipo a los animales o se les provoque la muerte durante o después del evento; lo que se hizo fue quitar "sin violencia" para evitar confusiones.
Además, se cambió el artículo 4 de la Ley para la Celebración de Espectáculos Públicos en el que se expone "para efectos del presente ordenamiento y sin perjuicio de lo dispuesto por otros ordenamientos legales, se entenderá por persona torera quien de forma diestra o hábil realiza acciones para llamar la atención del toro o novillo y efectúa diversas suertes de forma gallarda o desenvuelta", a lo que se le agregó: "sin causarle lesiones o la muerte al animal".
Pasaron, también, las reservas del artículo de esa legislación 48 bis para especificar que, al finalizar el espectáculo taurino sin violencia, el toro o novillo deberá ser devuelto a la ganadería o a su propietario; así como al 48 quáter en el que se expone que el tiempo máximo de actuación para cada animal será de 15 minutos, en lugar de los diez que se indicaban en el dictamen, con un límite de 6 ejemplares por evento.
Desechadas las reservas de Haces Lago y aceptadas las del PVEM, se procedió a la votación en lo particular, con un resultado similar que en lo general con 61 a favor y uno en contra, y se dio por terminada la sesión a las 10:15 horas, en la que Sesma Suárez, al hacer uso de la tribuna sostuvo que hay quienes "piden respeto al acceso a la violencia", pero es de considerar que los eventos con toros de lidia pueden continuar sin la tortura o quitarle la vida a un animal simplemente por entretenimiento.
Intervino en tribuna el congresista morenista Pedro Haces, quien se pronunció en contra de los debates hipócritas con protagonismo, a la vez que aclaró que "la respuesta no está en la prohibición total, sino en la evolución, porque la pasión, el arte e historia se pueden mantener vivos".
Al final de la sesión el congresista se dirigió a las oficinas del gobierno capitalino para participar, junto con taurinos, en una mesa de trabajo con representantes de la Consejería Jurídica y de Servicio Legales de la Ciudad de México, para buscar la manera en que transite adecuadamente el cambio hecho a las corridas de toros, para lo cual se precisarán algunas especificaciones en el Reglamento Taurino.
Quedó estipulado en el dictamen con modificaciones a la iniciativa ciudadana preferente respaldada por 27 mil firmas de habitantes de la capital, que se impondrán multas de dos mil a tres mil veces la Unidad de Medida y Actualización (UMA) vigente por cada animal lesionado o muerto, en caso de violación a lo dispuesto en la ley, sin perjuicio de las sanciones contenidas en disposiciones legales aplicables.
Se prohíbe la utilización de objetos punzantes que provoquen heridas, lesiones o la muerte del toro o novillo, como la puya, banderillas, estoque, descabellos y puntillas, además se especifica que solo se puede usar el capote y la muleta; se deben proteger los cuernos del toro y novillo para prevenir lesiones a otros animales o personas, mientras que, al finalizar el espectáculo taurino sin violencia, el ejemplar de lidia deberá ser devuelto a la ganadería.
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