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jueves, 17 de abril de 2025

Así se vivió el jueves Santo en Iztapalapa por la 182 representación

Rebeca Marín

Con dolor y tristeza, miles de espectadores presenciaron la escenificación de la traición de Judas Iscariote a Jesús de Nazaret, uno de los momentos más impactantes de la 182ª edición de la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo, que año con año se representa en la alcaldía Iztapalapa.

 

Horas antes, Jesús había realizado milagros, como devolverle la vista a un niño ciego de nacimiento y resucitar a Lázaro. Sin embargo, la traición de uno de sus discípulos ya estaba escrita. A cambio de unas monedas, Judas entregó al Hijo de Dios, quien, en su meditación, se preparaba para enfrentar las horas más amargas de su vida: sería insultado, azotado y humillado.

 

Sabía que el destino estaba trazado. Con las 30 monedas en la bolsa, los sacerdotes solo esperaban la señal de Judas para capturar al hijo del carpintero y llevarlo a juicio.

 

Ante la mirada atenta de miles de personas, la representación avanzó con la escenificación de este pasaje bíblico. José Julio Olivares Martínez, en el papel de Jesús, y Tabata Michel Rosas Frías, como la Virgen María, recorrieron las calles de Iztapalapa, reviviendo con realismo los últimos momentos del Nazareno.

 

Bajo un intenso sol, comenzó la tradicional visita a las siete casas. Sin embargo, debido a la división territorial de Iztapalapa, el Mesías recorrió los ocho templos de la demarcación.

 

Ataviado con una túnica de impecable diseño, Jesús caminó junto a sus apóstoles, deteniéndose en cada iglesia para pedir fortaleza. El fervor de los asistentes se hizo evidente: los niños y jóvenes sonreían al verlo, mientras que los adultos inclinaban la cabeza con respeto.

 

El recorrido incluyó las iglesias de La Asunción, San Ignacio, Santa Clara, San Lucas, San Pedro, San Miguel, San Fernando y la del Señor de la Cuevita. En cada altar, Jesús se arrodillaba en señal de respeto, seguido de cerca por el actor que interpretó al Arcángel Gabriel, interpretado por el joven Octavio González León.

 

Las escenas continuaron por las calles de Aztecas, 5 de Mayo, Toltecas, Primer Callejón de General Anaya, Comonfort y Ermita, hasta llegar al Santuario del Señor de la Cuevita, donde los actores asistieron a una misa antes de proseguir su camino hacia el Jardín Cuitláhuac.

 

En este punto se representó la Última Cena, donde Jesús lavó los pies de sus 12 apóstoles, simbolizando la pureza del alma para recibir la comunión. Durante el banquete, el Mesías observó a sus discípulos y reveló la inminente traición: uno de ellos lo había vendido por 30 monedas.

 

Al caer la noche, Jesús emprendió el camino hacia el Cerro de la Estrella, transformado en el Huerto de los Olivos. Allí, sumido en oración, fue tentado por Satanás, quien intentó convencerlo de renunciar a su sacrificio.

 

Jesús ignoró las palabras del ángel caído. Poco después, apareció Judas Iscariote, acompañado de soldados romanos. Con un beso en la mejilla, señaló al enviado de Dios, quien fue arrestado y llevado ante el rey Herodes. Hoy será presentado ante Poncio Pilatos, quien dictará su sentencia.

 

De acuerdo con la tradición cristiana, el Jueves Santo marca el fin del ciclo cuaresmal y da inicio al Triduo Pascual. En esta fecha, la Iglesia Católica conmemora la institución de la Eucaristía durante la Última Cena y el lavatorio de pies que Jesús realizó como símbolo de humildad y amor antes de su crucifixión. 


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