Rebeca Marín
Por otro lado, el manejo sustentable de residuos es uno de los principales retos del pequeño comercio. Una tienda debe implementar estrategias efectivas para el correcto manejo de su basura, como separarla en orgánica e inorgánica con base en tener contenedores que habiliten el reciclaje y buscar hacer sinergia con empresas o asociaciones que se encargan de recoger la basura reciclada: plásticos, cartón, vidrio y metales.
El desperdicio de también alimentos es un problema que puede y debe reducirse con una adecuada gestión de manejo de inventario, evitando sobrecompras y ofreciendo promociones comerciales con descuentos o 2x1 en aquellos productos que estén por caducar que permitan su rápido desplazamiento y consumo antes de que se echen a perder para evitar que terminen en la basura.
El beneficio del ahorro de energía eléctrica es doble, pues su uso eficaz no sólo ayuda al medio ambiente, sino que también reduce los costos operativos del negocio. Instalar focos ahorradores de energía y utilizar refrigeradores con tecnología inverter puede marcar una gran diferencia en el consumo eléctrico y, desde luego, en el recibo, pues estos aparatos de última generación ajustan su potencia según la cantidad de productos a refrigerador, lo que les permite consumir menos energía que los modelos convencionales.
Asimismo, la instalación de sensores de movimiento en la iluminación del negocio como pasillos y almacenes puede evitar el derroche de electricidad. Algo importante por hacer es echar abajo la política de refrigeradores de uso exclusivo por parte de los proveedores, pactando con las distintas compañías que permiten compartir los equipos de refrigeración entre ellos.
"En un futuro no muy lejano, cada tienda podrá contar con paneles solares para reducir al máximo el impacto ambiental en el consumo de energía, amén de generar ahorros económicos bastantes significativos que animen un balance de resultados positivos en el negocio", indicó Rivera.
De la misma forma, señaló que el agua es un recurso fundamental en la operación de una tienda, ya sea para la limpieza, el uso sanitario o la preparación de algunos productos, por lo que implementar medidas de cuidado y ahorro al consumir agua implica acciones sencillas como la reparación inmediata de fugas en grifos y sanitarios, la instalación de dispositivos ahorradores en los inodoros y el uso de productos de limpieza que requieran menos agua. Estas pequeñas acciones pueden marcar una gran diferencia. La consigna es que todos cuidemos el agua.
"Transformar las tiendas de abarrotes en negocios sustentables no es una tarea que recaiga únicamente en los pequeños comerciantes. Es un esfuerzo colectivo que involucra a proveedores, clientes y comunidades. Desde elegir productos con menos impacto ambiental hasta participar en iniciativas de reciclaje, cada acción cuenta para construir un futuro más sustentable y amigable con el medio ambiente".
"En ANPEC visualizamos un futuro en donde los pequeños comercios sean un ejemplo de sustentabilidad, demostrando que con pequeños cambios y todos aportando nuestro granito de arena, es posible lograr un gran impacto a favor del medio ambiente", destacó Cuauhtémoc Rivera.
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