Martín Aguilar
La alcaldía Tláhuac enfrenta un panorama cada vez más crítico en materia de seguridad. Datos oficiales y hechos recientes revelan un repunte en la incidencia delictiva y una creciente sensación de vulnerabilidad entre sus habitantes, lo que ha encendido las alarmas tanto en la población como entre las autoridades.
Durante el año 2024, se registraron 3,044 delitos de alto impacto en la demarcación, de acuerdo con cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública. Los delitos más frecuentes incluyen robos, amenazas y despojos, lo que ha deteriorado aún más la tranquilidad en esta zona del sur de la Ciudad de México.
La situación no es nueva, pero sí creciente. En los últimos dos años se han abierto 21,806 carpetas de investigación, lo que representa un incremento del 20 % en la incidencia delictiva bajo la administración actual, encabezada por la alcaldesa Berenice Hernández.
La percepción de inseguridad también va en aumento. Según la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) del INEGI, en marzo de 2024, 63.4 % de los habitantes de Tláhuac se sentían inseguros. Aunque en diciembre la cifra bajó ligeramente al 60.6 %, la alcaldía sigue figurando entre las más inseguras de la capital.
Los hechos violentos no solo están en las estadísticas. El pasado febrero de 2025, una masacre en el barrio de San Miguel, en el pueblo de Míxquic, estremeció a la comunidad. Cinco personas fueron asesinadas a balazos mientras convivían en la calle, en un ataque perpetrado por hombres armados que descendieron de una camioneta y dispararon sin previo aviso. Una sexta persona resultó herida de gravedad.
Vecinos señalan que la presencia del crimen organizado, la falta de vigilancia policiaca y la impunidad han vuelto cotidianos los actos de violencia. "Antes no era así. Salíamos con tranquilidad, ahora ya no sabes si vas a regresar a casa", comenta Erika Martínez, vecina de la colonia Del Mar.
Mientras tanto, organizaciones civiles y comerciantes exigen un replanteamiento urgente de la estrategia de seguridad. "No basta con más patrullas. Necesitamos inteligencia, coordinación entre niveles de gobierno y, sobre todo, voluntad política", declaró Alejandro Flores, representante de una red vecinal de seguridad.
El reto es enorme, y el tiempo, limitado. La alcaldía Tláhuac, con su historia y su vocación comunitaria, enfrenta hoy una encrucijada que amenaza con fracturar su tejido social si no se toman medidas contundentes en el corto plazo.
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