Rebeca Marín
Luego que el departamento de Comercio de Estados Unidos anunciara que la mayoría de los tomates importados desde México tendrán aranceles del 20.91% desde el 14 de julio, tras retirarse de un acuerdo que, según afirma, no protegió a los productores nacionales, impactó al mercado nacional, ya que este martes, el precio de los jitomates se disparó.
El lunes por la mañana el precio del jitomate saladette en el mercado se compraba entre 10 y 12 pesos, y este martes en los supermercados su precio se elevó a 24.90 lo mismo que en mercados públicos. De acuerdo al Seguimiento diario de precios del sector primario de la Secretaría de Agricultura, el precio de este tipo de jitomate es de 12.54 pesos por kilo.
El jitomate Beef Gourmet su precio es de 79 pesos el kilo. Los precios varían de acuerdo al centro comercial, mercado y zona de la ciudad.
No se debe de olvidar que el jitomate, uno de los frutos frescos más importantes del comercio agroalimentario global, se encuentra en el centro de una disputa entre México y Estados Unidos.
Y a partir del 14 de julio de 2025, entrará en vigor un arancel del 20.91% a las importaciones de jitomate mexicano, una medida que podría cambiar drásticamente el panorama económico y gastronómico de ambos países.
De acuerdo con el Departamento de Comercio de Estados Unidos "esta medida permitirá a los productores estadounidenses de tomates competir de forma justa en el mercado", declaró la cartera en un comunicado.
En 2019, los productores mexicanos de tomate llegaron a un acuerdo con la primera administración del presidente Donald Trump para evitar una investigación antidumping y poner fin a una disputa arancelaria.
México produce anualmente cerca de 3.6 millones de toneladas métricas de jitomate, de las cuales el 56% se destina al mercado internacional, y el 99.8% de estas exportaciones va exclusivamente a Estados Unidos. Este jitomate es principalmente fresco, cultivado en invernaderos o a cielo abierto en regiones como Sinaloa, Baja California y Jalisco.
Fuentes oficiales resaltan que la producción estadounidense, que ronda los 11 millones de toneladas, está mayoritariamente enfocada en tomate procesado: purés, pastas, concentrados y salsas.
California es líder en este rubro, con una producción que representa más del 95% del tomate industrializado en Estados Unidos. Esto explica por qué, a pesar de tener una gran producción, Estados Unidos sigue dependiendo de México para abastecerse de jitomate fresco todo el año.
A nivel mundial, los principales países compradores de jitomate fresco son Estados Unidos, Alemania y Francia, según datos de COMTRADE de la ONU. En ese mismo año, México fue el principal exportador global (2,787 MDD), seguido por Países Bajos y Marruecos.
La Secretaría de Agricultura indica que el jitomate fresco conserva mayores niveles de vitamina C, potasio y compuestos antioxidantes como el licopeno. Aunque el licopeno se vuelve más biodisponible con la cocción (en salsas y purés), los productos procesados pueden contener sodio, conservadores o azúcares añadidos, lo que reduce su perfil saludable.
El jitomate mexicano, al llegar fresco y entero, es preferido por chefs y consumidores conscientes de la calidad y el sabor.
El titular de esa dependencia Julio Berdegué resaltó que la aplicación del arancel de 20.91% podría encarecer el jitomate en Estados Unidos hasta en un 50%, afectando directamente el precio de productos como ensaladas, hamburguesas, pizzas, pure de tomate preparado, catsup.
En nuestro país, una eventual sobreoferta podría deprimir los precios a corto plazo, pero desincentivar la producción en el mediano plazo.
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