En EU pausan en un intento de una junta de desinformación, como Quien es quien en las mentiras?

Martín Aguilar

El Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos colocó en pausa el intento de formar una Junta de Desinformación como anunciaron en abril, luego de que legisladores republicanos, comentaristas conservadores, pero incluso críticos de izquierda denunciaran lo que ellos ven como un intento por convertirse en un árbitro de la verdad para sofocar opiniones disidentes.

 

Un ejercicio similar se practica en México una vez a la semana durante las Conferencias de Prensa Mañaneras conducidas por el presidente Andrés Manuel López Obrador, al que titularon "¿Quién es quién en las mentiras?", y que conduce la ex reportera Elizabeth García Vilchis. El esfuerzo ha sido muy criticado por periodistas locales, que lo ven como un ejercicio inquisidor contra medios que no son afines al Presidente, quien, pese a esas críticas, lo ha mantenido funcionando.

 

Mientras tanto el secretario Alejandro Mayorkas tuvo que posponer el plan de la junta pese a existir consenso en el sentido de que las campañas de desinformación pueden debilitar emergencias de salud pública, acelerar guerras culturales con sus polarizaciones étnicas y raciales, pero, sobre todo, amenazan a la democracia de los Estados Unidos, que siempre se ha presumido como "ejemplar".

 

El mejor ejemplo de cómo una patraña puede dañar las en ocasiones frágiles estructuras democráticas es la Gran Mentira de Donald Trump de que le robaron la elección de noviembre del 2002. Pese a no haber demostrado nunca el presunto desfalco, el ex presidente y sus numerosos seguidores repiten a diario el cuento del robo, lo que ha llevado a la reestructuración de mapas electorales, a que se articulen amenazas veladas o directas contra la integridad de funcionarios que no apoyen el cuento, pero, además, ha impedido el ejercicio de gobierno de Joe Biden, al que un gran sector de la población y un puñado de legisladores ven como "ilegítimo".

 

Mientras tanto, en México, López Obrador ha intentado matizar diciendo que el "¿Quién es quién en las mentiras?" no busca el conflicto per se, por lo que "nadie debería sentirse ofendido". Pero sus críticos dicen que el ejercicio de "pescar" las fake news contra su gobierno se ha convertido en un incómodo e injusto ejercicio, pues califica lo que es "buen o mal periodismo" desde los parámetros nada claros usados por la Presidencia. Sin embargo, y a pesar de las críticas, García Vilchis sigue firme en su puesto.

 

No es el caso de Nina Jankowitz, quien tuvo el cargo de directora de la junta, a la cual debió renunciar cuando las críticas a lo que sería su labor arreciaron tras de que en Washington el tema de la desinformación peligrosa se volvió tabú. Empero, lo que no se detiene son las tragedias ligadas a teorías de la conspiración como aquella de que hay un movimiento global que busca reemplazar a ciudadanos de raza blanca con inmigrantes —la fantasiosa Teoría del Reemplazo— , la cual apoyan celebridades como el comentaristas de la cadena Fox News, Tucker Carlson, y que fue el motivo por el cual el joven Payton Gendron saliera a matar a 10 afroamericanos en un supermercado en Buffalo, Nueva York, el pasado 17 de mayo. 

 

Otra serie de falsas teorías se han centrado en temas como el aborto, la violencia armada, el covid-19 o los derechos de las minorías sin que la autoridad pueda hacer mucho por revertirlas. Porque cuando se pensó en crear la junta de desinformación para aclarar ese y otros bulos, congresistas republicanos se lanzaron sobre los demócratas acusándolos de buscar modificar las creencias personales de los ciudadanos y buscar cancelar valores conservadores.

 

Con el trabajo de la junta en pausa, Mayorkas aguardará al 1 de agosto para que una revisión del consejo asesor le indique si es pertinente revivir el esfuerzo o cancelarlo definitivamente. 


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