El mayor fraude del presente régimen por 20 mil millones de pesos, fue reconocido por el presidente Andrés Manuel López Obrador.
"Es el único que hemos tenido de corrupción", admitió el mandatario cuando le preguntaron el viernes sobre el caso de Segalmex.
Dijo que solicitó al fiscal general, Alejandro Gertz investigar para demostrarle a sus adversarios "que no hay impunidad para nadie y que no somos iguales".
Pero el caso es que el primer director de Segalmex, Ignacio Ovalle, no ha sido investigado y tiene como escondrijo una oficina en la Secretaría de Gobernación.
El tema fue abordado en la conferencia del presidente, porque el jueves se entregó en la fiscalía general, René Gavira Segreste, ex jefe de Administración y Finanzas de Segalmex.
Y en esa trama de corrupción se encuentra el empresario Alejandro Puente Córdoba, amigo y operador del dirigente de MC, Dante Delgado, según difundió el diario Reforma el viernes.
Puente -indica la publicación- ha sido señalado de pagar sobornos millonarios a René Gavira, "para obtener jugosos contratos de procesamiento de leche" para una empresa manejada por prestanombres.
El hilo conductor de ese enredo lleva a Ovalle Fernández, quien en los años 70 fue jefe en distintos momentos de López Obrador y Dante Delgado.
Delgado fungió como ayudante de Ignacio Ovalle, en su calidad de secretario particular del titular del Poder Ejecutivo.
Ovalle nombró a Andrés Manuel director del Instituto Indigenista en Tabasco, cargo que tanto presume el hoy presidente, previo paso por la dirigencia del PRI en esa entidad.
A Dante la aureola del éxito pronto le rindió frutos, al ser designado gobernador interino de Veracruz por cuatro años.
Pero la suerte le cambió cuando fue encarcelado por fraude en el Penal de Pacho Viejo, durante la gubernatura de Patricio Chirinos Calero, redactor de los discursos de Carlos Salinas.
Tras su salida de prisión, Delgado creó el Partido Convergencia, convertido después en Movimiento Ciudadano.
¿Coincidencia o casualidad la amistado entre López Obrador y Dante Delgado? En ningún momento Delgado criticó las constantes muestras de apoyo del presidente hacia Samuel García, el frustrado aspirante presidencial.
Con palabras distintas, pero con un mismo significado y objetivo, ambos que proceden de "la vieja política", cuestionan y censuran llamándola PRIAN.
El refrán de que "en política no hay casualidades" queda perfecto en esta trama que tiene todo el parecido a la confabulación.
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