El tablero de la 4T cambió radicalmente en la capital, y quienes hoy conforman la burbuja de Claudia Sheinbaum son tres personajes que se le colaron: Estela Damián, exsecretaria particular; Carlos Morales, actual secretario, y su hermano Efraín, exdiputado.
Los tres, que se formaron políticamente en las filas perredistas de Nueva Izquierda, cuando René Arce lideraba esa corriente en la capital del país, son los más cercanos a la candidata presidencial y quienes controlan la agenda de ella en la ciudad.
Este grupo fue el que operó la cargada contra Francisco Chíguil en Gustavo A. Madero, para despojarlo de su territorio e imponerle a Janecarlo Lozano como candidato a sustituirlo en octubre próximo.
Aunque a muchos les pudiera parecer raro que Sheinbaum confíe en personajes de tan bajo perfil, para el tamaño del desafío que enfrenta, los tres son siempre el primer contacto de quienes buscan a la candidata y tienen autorización de hablar a nombre de ella.
Lo mismo cierran alianzas con líderes y grupos opositores, que ofrecen posiciones incluso en el gobierno federal. Todo, por supuesto, con el visto bueno de su jefa, quien confía plenamente en ellos.
De este grupo, al menos los Morales se coordinaban con la secretaria federal de Seguridad, Rosa Icela Rodríguez, con quien mantienen comunicación, pues la funcionaria es aliada de Sheinbaum, y nadie sabe lo que se pueda ofrecer después.
Pero la GAM no es el único lugar donde han influido en las candidaturas, pues en Iztapalapa –de donde son originarios los hermanos– también metieron la mano para que Aleida Alavez fuera la candidata, aun en contra de los deseos de Clara Brugada.
Estas dos demarcaciones representan la gran canasta de votos de la Ciudad de México, y la exjefa de Gobierno quiere asegurar que quienes operen ahí sean sus aliados, y no de Clara, a quien se la tiene guardada por haberla obligado a bajar a Omar Hamid García Harfuch.
El trío también operó para que en casi todas las alcaldías, quienes encabezan las candidaturas sean cercanos a la doctora, sobre todo para cerrarle el paso al jefe de Gobierno sustituto, Martí Batres, quien busca ansiosamente posiciones en la ciudad.
Los claudistas solamente cedieron Coyoacán para que Ariadna Montiel, secretaria federal de Bienestar, designara a la expriista Hanna de Lamadrid, con lo que al mismo tiempo le cierran el paso a Batres, quien traía al eterno aspirante Gerardo Villanueva.
Quizá la otra demarcación que no es totalmente afín de la doctora sea Azcapotzalco, donde Nancy Núñez –a quien algunos ligan con Brugada, pero que es independiente–, disputará la alcaldía a la panista Margarita Saldaña.
Abajo de los Morales y Damián, viene una segunda línea en la que están José Luis El Puma Rodríguez, Julio César El Nenuco Moreno, Rigoberto Ochoa y Carlos Ulloa. También –de última hora– le arrimaron una silla a Víctor Hugo Romo, sin ningún peso.
Aún no se celebran las elecciones de 2024 en la CDMX y varios ya piensan en 2030.
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