¿A qué le apuesta Movimiento Ciudadano durante el presente proceso electoral, especialmente en su rol de la elección presidencial?
El proyecto de Dante Delgado, cacique de MC se le vino abajo cuando su primer candidato Samuel García no se pudo afianzar.
García contaba con la indiscutible simpatía de Andrés Manuel López Obrador, por la simple lógica que serviría de palero a Claudia Sheinbaum.
A los tres les falló el plan. No hubo mejor opción que "destapar" en medio de tragos y vaciladas a Jorge Álvarez Máynez como su carta fuerte para 2024.
Casi 50 días de iniciada la elección presidencial, el candidato naranja no pinta en las encuestas. Está años luz de alcanzar a cualquiera de las dos candidatas fuertes.
Durante el debate, Máynez tuvo un papel de patiño. Simuló ser neutral, pero terminó de comparsa de Claudia.
Así es que en lo que resta de la campaña, difícilmente se colocará en una posición competitiva. Sólo está para hurtarle votos a Xóchitl Gálvez. No tiene otra misión.
Si realmente fuese un político comprometido con su país y la democracia, Máynez debería renunciar a su candidatura o declinar por cualquiera de las dos candidatas. No pocos opinan que lo haría por Claudia si fuese el caso.
MC tampoco la tiene fácil en las entidades donde se renovarán las gubernaturas. Tiene el gobierno de Jalisco. Ahí sigue fuerte con posibilidades de repetir.
Pero si eso sucede, no sería hazaña de Dante Delgado, sino de Enrique Alfaro, con quien tiene marcadas diferencias.
En una entidad de suma importancia como la Ciudad de México, su candidato a la jefatura de gobierno, Salomón Chertorivsky, no figura en las encuestas, si acaso con el 5%.
Durante el debate con el opositor Santiago Taboada y la candidata oficial Clara Brugada, el emecista hizo intensos desesperados por llamar la atención. Hasta palomitas llevó.
En este episodio el candidato naranja se mostro sensato. No se atrevió a jugar un papel tan brusco como Álvarez Máynez.
Pero donde es evidente el rol de esquirol de MC es en las candidaturas al Senado y a la alcaldía Cuauhtémoc.
Por un lado, Dante Delgado fichó a la polémica Sandra Cuevas. La hizo candidata al Senado a sabiendas de que no llegará a ocupar un escaño.
En contra parte, el candidato naranja Herman Fernando Domínguez, se prestó a hacerle contrapeso a la aliancista Alexandra Rojo de la Vega a favor de la morenista Caty Monreal.
Lo anterior no se puede explicar sin la ancestral amistad entre Dante y López Obrador en el primer caso, y en el segundo, con Ricardo Monreal, padre de Caty apoyada por Cuevas.
Ese es el actuar de quien critica y cuestiona al pasado y a la vieja clase política.
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