Rebeca Marín
Sin distinción alguna el aumento constante a la gasolina le afecta a todos los capitalinos, cuenten o no con un vehículo, porque ello repercute finalmente en un incremento de productos básicos, dejaron en claro representantes populares con una curul en el Congreso de la Ciudad de México, quienes estuvieron de acuerdo en que como una medida de protección económica, el gobierno federal ponga un tope al precio del combustible y lo revise cada tres meses, con la posibilidad de no hacer algún reajuste.
Mientras que la vicecoordinadora de la bancada del PRD en el recinto de Donceles y Allende, Polimnia Romana Sierra Bárcena condenó el precio en que se ubica la gasolina que representa un golpe al bolsillo de los capitalinos, debido a que ocasiona aumentos en cascada al costo de los alimentos y el transporte, el diputado local del PAN, Ricardo Rubio Torres refirió que finalmente el presidente Andrés Manuel López Obrador no cumplió con su palabra de cero reajuste al combustible, al pasar de alrededor de 19 pesos a cerca de los 24 en algunas gasolineras en el caso de la regular, pero la premium llega a rebasar los 27 y ésta la usan los citadinos no porque sean pudientes, sino para cuidar el motor de su vehículo que es parte de su patrimonio.
"Las familias de la capital del país viven una situación desesperada al ver como aumentan los productos, como es el caso del pollo que se consigue a 120 el kilo, 40 pesos más caro que hace tres años y, eso es reflejo del encarecimiento de la gasolina, porque a los comerciantes les afecta y finalmente elevan sus precios", refirió Sierra Bárcena.
Sobre el mismo tema, también en entrevista para LA PRENSA, el diputado panista Héctor Barrera Marmolejo sostuvo que el elevado precio de la gasolina ya repercute en la canasta básica, porque a los que transportan los productos les sale más caro el combustible y por obviedad, para no tener pérdidas, encarecen lo que ofrecen a los consumidores.
"Se incrementan los productos, el costo del transporte público y concesionado, diversos servicios y artículos que se transportan, pero finalmente el más dañado resulta ser el ciudadano que se creyó la mentira del presidente Andrés Manuel López Obrador de que no iba a aumentar la gasolina", declaró.
Aprovechó para arremeter contra la administración federal y el gobierno capitalino, al calificarlos de mentirosos en todo lo comprometido, porque se ha afectado el bolsillo de los mexicanos con productos de canasta básica que cada día es imposible adquirir en su totalidad por los precios altos que es reflejo de cómo está el litro de la gasolina.
"La gente tiene que pagar el incremento del combustible, este gobierno es mentiroso y sale con una bola de payasadas; ha fallado en su estrategia de seguridad y salud, no tiene resultados y se desatiende de tragedias como la de hace tres años en la Línea 12 del Metro, con lo que deja en claro su negligencia, pero peor aún es que la gente si creyó en que iba disminuir la gasolina, que no aumentaría su precio y finalmente resultó lo contrario, salieron con un engaño y cada día está más cara", sentenció.
Polimnia Romana Sierra Bárcena coincidió con los panistas en que hay un cinismo en la manera en que se conducen las autoridades gubernamentales, a la vez que detalló que es innegable que los capitalinos están peor por el encarecimiento de la gasolina y en consecuente de los productos, con lo que se desvanecen los beneficios que se le han dado como un incremento salarial con buen porcentaje que ni bien llega y ya está pulverizado.
Rubio Torres se mostró a favor de que se busque la manera de controlar el precio de la gasolina, que se unifique en todas las estaciones de servicio, que se ofrezca a una misma tarifa y que cada tres meses se revisen costos para de ser necesario se autorice un incremento moderado.
"Se trata de una más de las mentiras del gobierno que dijo que en seis años no iba a incrementar el combustible", algo imposible luego de que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público quitó el subsidio a las gasolinas y, "ahora estamos 15 pesos por arriba de lo comprometido, cuando se dijo que no pasaría el litro de los diez pesos".
Aclaró que la gasolina premium, la más cara, no es para los más ricos, sino para las personas que cuidan sus vehículos porque es de menos octanaje y, hay quienes hacen un verdadero esfuerzo para adquirirla, pero a otros consumidores no les importa y prefieren la regular que también está cara.
Consideró que en su momento hubo una actuación del gobierno en contra de las gasolineras que no son operadas por Pemex, como parte de presión para que no se les adquiriera el producto, pero finalmente ya hay una competencia adecuada y lo que se tiene que hacer por el momento, es que se unifiquen los precios que ya no haya variación entre una y otra estación de servicio.
Dejó asentado que el gobierno de la Ciudad de México, como integrante de la Federación, si tiene facultad para tratar de regular el precio de la gasolina, misma que al encarecer provoca que suba prácticamente todo, por la transportación de productos, lo que finalmente impacta en los capitalinos como consumidores.
"Hay mecanismos legales para regular el precio de la gasolina desde el gobierno, como parte de una medida de protección económica, fijar el costo del combustible, pero lamentablemente no lo quieren hacer", sostuvo el legislador del blanquiazul Ricardo Rubio, integrante de la Comisión de Desarrollo Económico del Congreso capitalino.
Estimó que lo que se debió hacer desde el principio de la actual administración federal, es el estandarizar el precio de la gasolina, establecer uno fijo y con ello se daría un control en el costo de bienes y servicios, pero por el contrario todo se ha disparado en perjuicio de la ciudadanía.
Se trataba de imponer medidas de protección económica, de defender el precio a la baja del combustible, pero faltó voluntad por parte del gobierno, sin importar la afectación al consumidor, remató.
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