Una computadora de dos kilogramos requiere 800 kilogramos de materia prima, mientras que un teléfono inteligente, desde su producción hasta su eliminación, requiere unos 70 kilogramos.
A la fecha no se tiene conciencia que el auge de tecnologías como la inteligencia artificial y la minería de criptomonedas ha aumentado el consumo de energía, por lo que es necesario abordar el impacto negativo que tienen éstas sobre el medio ambiente.
Ello lo revela el informe sobre Economía Digital 2024, de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD), al destacar que algunas estimaciones señalan que el sector digital es responsable de entre el 1.5% y el 3.2% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero, cifra similar a la del transporte aéreo y marítimo.
El organismo de Naciones Unidas menciona que el aumento de desperdicios electrónicos, que varía según la región.
Hay un significativo impacto ambiental del sector digital global y la carga desproporcionada que soportan los países en desarrollo.
Expuso que en los países desarrollados, se generan 3.25 kilos de residuos digitales por persona, frente a menos de 1 kg en los países en desarrollo y sólo 0.21 kg en los países con menos recursos.
Esta distribución contrasta con la de los recursos minerales necesarios para la digitalización, ya que un alto porcentaje de grafito y cobalto se encuentra en África. Su demanda, según datos del Banco Mundial, podría aumentar un 500% hasta 2050.
El estudio enfatiza que en el consumo de recursos como el agua. De acuerdo a Microsoft, sólo la formación del ChatGPT-3 requirió un consumo estimado de 700 mil litros de agua limpia.
Los centros de datos mundiales consumieron 460 teravatios hora, el equivalente a la energía utilizada por 42 millones de hogares en Estados Unidos en un año, monto que prevén se duplique en 2026.
Entre 2018 y 2022, el consumo de electricidad de 13 de los principales operadores de centros de datos se duplicó con creces, lo que pone de relieve la urgencia de abordar las huellas energética e hídrica de estas tecnologías.
Por solo poner un ejemplo, Google reveló que en 2022 el consumo total de agua en sus centros de datos y oficinas ascendió a unos 21.2 millones de metros cúbicos.
El documento destaca el aumento de desperdicios electrónicos, que varía según la región.
Rebeca Grynspan, secretaria general de Unctad, alertó: se habla mucho de cómo las tecnologías digitales pueden reducir el uso de papel y mejorar la eficiencia energética, y pueden ayudar a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en los sectores del transporte y la construcción, la agricultura y la energía…Pero no se habla tanto de la parte negativa".
La digitalización implica una alta demanda de recursos, además de que requiere grandes cantidades de electricidad rica en carbono.
Para contrarrestar esta amenaza al medio ambiente y apoyar una economía digital equitativa y responsable con el entorno natural, el Informe ofrece sugerencias políticas para el uso de los minerales preciosos utilizados para fabricar dispositivos electrónicos, incluidos los teléfonos móviles y otros recursos naturales vitales, como el agua.
En este contexto, la agencia de comercio sugiere nuevos modelos de negocio y políticas para hacer más sostenible el crecimiento digital.
Entre sus recomendaciones incluye utilizar modelos de economía circular, optimizar los recursos, reforzar las normativas, invertir en energías renovables y fomentar la cooperación internacional.
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