La producción de 300 mil barriles no se cumplió en Dos Bocas

Rebeca Marín

La producción en la refinería de Dos Bocas, en Tabasco, propiedad de Petróleos Mexicanos (Pemex), tuvo un "amargo" cierre de año al quedar lejos de su meta de 340 mil barriles diarios.

 

Así lo revelaron datos operativos de Pemex sobre el rendimiento de la refinería Olmeca a partir de junio de 2024, en los que se detalla que en diciembre procesó 43.1 mil barriles diarios de petróleo crudo.

 

Esta cifra representa una disminución de 27.4 por ciento respecto a noviembre, siendo su mejor mes agosto (con 84.1 mil barriles diarios) y su peor mes octubre, pues en este periodo no hubo producción.

 

Según datos de la empresa, Dos Bocas estaba procesando combustibles al 17.5 por ciento de su capacidad a finales de diciembre, aunque gran parte fue diésel con contenido ultrabajo de azufre, producido a partir de existencias de diésel ya refinado.

 

Pese a la disminución en la producción de Dos Bocas, el Sistema Nacional de Refinación (SNR) logró cerrar el año con un incremento de 16.4 por ciento en el procesamiento de crudo.

 

De acuerdo con cifras de Pemex, el mayor crecimiento lo registró la refinería de Cadereyta, con un procesamiento de 133.7 mil barriles diarios, lo que representó un alza de 38 por ciento respecto a noviembre.

 

Otras refinerías que también aumentaron el procesamiento de crudo durante diciembre fueron Tula (30 por ciento), Salamanca (29.2 por ciento) y Salina Cruz (29.1 por ciento).

 

Mientras que las plantas que redujeron su refinación mensual fueron Madero (-4.4 por ciento) y Minatitlán (-0.6 por ciento), además de la ya mencionada refinería Olmeca.

 

Más de cinco años después, la refinería de Dos Bocas sigue sin estar terminada y su precio ha superado recientemente los 20 mil millones de dólares, lo que la convierte en uno de los proyectos más costosos surgidos durante la administración de López Obrador.

 

A decir de Ramsés Pech, especialista del sector energético, Dos Bocas podrá operar a plena carga hasta después del año 2027.

 

Los retrasos en Dos Bocas ya representan un desafío para la actual presidenta de México, Claudia Sheinbaum, quien desde que asumió el cargo en octubre del año pasado prometió convertir a México en un país "soberano en materia energética" produciendo y refinando todo el combustible que consume.

 

Sin embargo, Pemex enfrenta problemas para integrar las distintas subsecciones de la planta, proyectos separados que han sido gestionados por varios subcontratistas, de acuerdo con fuentes consultadas por Bloomberg.

 

De igual modo, la decisión de utilizar planos antiguos para la refinería ha tenido consecuencias de largo alcance, apuntó Bernardo Del Castillo, fundador y director ejecutivo de Soteria Consulting en Abu Dhabi.

 

"Dos Bocas ha seguido enfrentando problemas debido a fallas en el diseño y al error absoluto de saltarse la etapa FEED", dijo Del Castillo, refiriéndose al diseño de ingeniería inicial, un enfoque utilizado para controlar los gastos del proyecto antes de que comience la construcción.

 

Dado que muchos de los planos de Dos Bocas fueron tomados de una refinería planeada en una zona montañosa de México, la instalación "no tiene el equipo para trabajar" a una altitud más baja y más húmeda, explicó Del Castillo. "Otros factores como la altitud, la presión y la humedad siempre afectan el proceso de refinación".

 

Los incendios, las luchas internas entre legisladores y las demandas por el impacto ambiental de la refinería también han representado dificultades para Dos Bocas. Además, los socavones durante la construcción del sitio, el cual se hizo sobre un manglar, han generado preocupación sobre inundaciones y cimientos debilitados. 

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