La crisis de Pemex ya no es un asunto interno. La reactivación de las Consultas de Energía bajo el T-MEC, junto con los aranceles desde Estados Unidos, la petrolera se ha convertido en un foco de tensión con Estados Unidos.
Además, la corrupción endémica, la ineficiencia operativa y la falta de transparencia no solo debilitan al sector energético mexicano, sino que exponen al país a represalias económicas con consecuencias devastadoras.
En el centro del colapso interno de Pemex están figuras clave como Sergio Rosado Flores, Blanca Marisa Mendoza Muñoz, Gabriela Cano y el capitán Padilla Yebra, cuya abrupta salida dejó al descubierto una lucha interna de poder y una gestión caótica.
La falta de control en las adquisiciones, la distribución y la opacidad en la toma de decisiones, han inflado los costos y alimentan las sospechas de corrupción a gran escala en una empresa que representa un símbolo nacional.
Derivado de lo anterior, el discurso gubernamental sobre la soberanía energética choca frontalmente con la realidad.
La administración estadounidense de Donald Trump ha dejado claro que no tolerará irregularidades en el sector.
Es claro que la presión es inmensa: Pemex necesita una inmediata reforma o se convertirá en el Talón de Aquiles de México en sus relaciones con Estados Unidos.
Bajo la presidencia de Trump (o cualquier administración con una postura similar), las advertencias podrían traducirse en sanciones comerciales mucho más rápido de lo que el gobierno mexicano está dispuesto a aceptar.
Las consecuencias de la ineficiencia y la corrupción en Pemex, trascienden las fronteras mexicanas.
Y la dependencia energética de Estados Unidos de México, particularmente en combustibles, implica que cualquier problema en Pemex tiene un impacto directo en la economía estadounidense.
Las Consultas de Energía bajo el T-MEC, reflejan la preocupación estadounidense por la falta de transparencia y el posible incumplimiento de las normas del acuerdo comercial.
Es imperativo fortalecer las instituciones regulatorias y de supervisión del sector energético para asegurar la transparencia y cumplimiento de la ley.
Solo a través de un esfuerzo conjunto, con una voluntad política, se podrá sacar a Pemex de su profunda crisis y asegurar su futuro, protegiendo la economía y estabilidad de México.
Este es uno de los tantos casos que están en riesgo por la imposición de aranceles desde Estados Unidos.
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