La industria de autopartes, aún en riesgo, pese a freno de aranceles

Rebeca Marín

La pausa en la aplicación de aranceles del 25 por ciento a la industria automotriz hasta el 2 de abril es un respiro temporal para México, Canadá y Estados Unidos, pero persiste la incertidumbre en el sector de autopartes, afirmó Alberto Bustamante, director general de la Agencia Nacional de Proveedores del Sector Automotriz (Anapsa).

 

En entrevista, el directivo calificó la medida como un "alivio" impulsado por las grandes armadoras estadounidenses, General Motors, Ford y Stellantis, cuyas operaciones dependen en gran medida de la manufactura mexicana. Sin embargo, advirtió que el tema de las autopartes sigue pendiente.

 

"No se ha especificado sobre las partes y componentes, que son esenciales para la fabricación de vehículos en Estados Unidos. El alivio se da, pero a la mitad, falta la otra", explicó Bustamante a El Sol de México.

 

El pasado miércoles, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció el aplazamiento de un mes para la entrada en vigor de los aranceles de 25 por ciento a las importaciones automotrices desde México y Canadá.

 

La decisión se tomó tras una llamada con los presidentes de General Motors, Ford y Stellantis, quienes argumentaron el impacto económico que tendría esta medida.

 

De acuerdo con la Anaspa, las autopartes representan 43 por ciento de las importaciones totales de Estados Unidos desde México. Su exclusión de la exención arancelaria preocupa a la industria, ya que podría encarecer los costos de producción y afectar la competitividad de la región.

 

Odracir Barquera, director general de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), agregó que aún hay dudas sobre si la exención aplicará para todas las marcas que cumplan con las reglas del T-MEC o solo para las empresas estadounidenses.

 

"Todavía deja muchas incógnitas. No lo sabremos hasta que EU publique las reglas definitivas", comentó.

 

La industria automotriz mexicana exporta 80 por ciento de su producción a Estados Unidos, lo que representa 20 por ciento de los autos que circulan en ese país.

 

"Si se imponen los aranceles, los precios de las autopartes en EU podrían aumentar entre 15 y 30 por ciento, afectando a consumidores y talleres mecánicos", advirtió Bustamante.

 

Además, la medida podría generar retrasos logísticos y disrupciones en la cadena de suministro, con un impacto estimado de 300 mil millones de dólares anuales para la región.

 

La industria también alertó sobre el riesgo para más de 5 millones de empleos directos e indirectos en los tres países.

"Estos aranceles no solo aumentan los costos, sino que ponen en riesgo la estabilidad laboral y la competitividad de la cadena automotriz", destacó Anapsa.

 

Aunque el aplazamiento de un mes es un respiro, la industria espera que las negociaciones incluyan a las autopartes en la exención arancelaria. 


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